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Opinió. El Punt-Avui+ 19/11/12
Pius Pujades.
Alexandre Deulofeu, uno de los muchos sabios figuerenses más olvidados, desarrolló su matemática de la historia en un docena de libros. No os haré ahora un resumen imposible. Pero me permito reunir algunos fragmentos que me parecen de sorprendente actualidad. Cuando habla del imperio español y aplica su teoría, la ley que ha extraído de sus estudios sobre todas las civilizaciones conocidas, concreta:
«El imperio español quedaba constituido… en 1479. Si, a esta fecha, añadimos cinco siglos y medio, que es la duración de vida de todos los imperios, nos vamos al año 2029. Estamos, pues, hoy, en 1972, a 57 años del fin del imperio. ¿Qué es lo que pasará? Si no hacemos caso de la ley, estamos abocados a la fase caótica, es decir, la liquidación total del imperio con luchas feroces del poder central contra los pueblos peninsulares: Cataluña, Vasconia, Galicia, Andalucía, Aragón…». Y propone, como alternativa coherente -¡en 1972!- «Una descentralización gradual, según el grado de evolución de las nacionalidades hispánicas para transformar un estado centralizado en una comunidad de pueblos libres» (La segona onada imperial a Europa [La segunda oleada imperial en Europa], p. 142).
El autor busca precedentes históricos sobre la idea del federalismo.
En la foto, banderas estrelladas en el castillo del Montgrí. Foto: Juan Sabater.
Deulofeu está convencido de que los pueblos que conforman Iberia, Portugal incluido, configuran una unidad determinada por la geografía y la historia. Cree que la tendencia centrípeta que ha llevado al país a la situación actual fue impuesta por las casas reales extranjeras, Austria y Borbones, especialmente feroz bajo los Borbones. Escribe: «En realidad, no ha existido un dominio de Castilla sobre los otros pueblos peninsulares; este dominio lo han ejercido estas casas reales extranjeras, y este dominio se ha ejercido desde 1914(1) hasta hoy, es decir, 260 años… dos siglos… de máxima decadencia de los pueblos hispánicos… Hoy sabemos lo que pasará. Continuará la lucha entre el poder centralizado y los pueblos hispánicos que quieren volver al régimen de libertad que han tenido en las anteriores épocas de fraccionamiento. En esta lucha sabemos que alrededor del año 2000 los pueblos ibéricos conseguirán el retorno a su libertad». Para resolver la crisis política que describe propone: «Los últimos gobernantes del poder centralizado deberían ser los primeros en facilitar esta descentralización, no de una manera gradual, sino total… empezando por dar plena independencia a los pueblos que la deseen». (Pág. 374 y 375). Como cree en la fuerza del factor geográfico y racial inmutable y la necesidad de relación y convivencia, prevé una federación de todos los pueblos ibéricos.
Eh, ¿está apoyando, tantos años antes, la campaña de Pere Navarro? Yo creo que no. Al PSC le falta asumir que sólo se pueden federar los pueblos que son libres.
(1)Fe de erratas: En verdad se refiere al año 1714