Empordà. Martes, 30 de septiembre del 2014.. Página 22. Actualitad. Opinió.Tribuna.
Josep Maria Benejam Bohigas.Impresor jubilado.
La libertad primero toca a los pueblos ibéricos.
e libros de cabecera, yo no tengo. Cuando me acuesto soy como una muñeca de aquellas que cuando se estiran les cierran los ojos, pero hay unos cuantos que siempre tengo a mano, uno es la Biblia y otros la Matemática de la historia de Alexandre Deulofeu.
Conocí al Sr. Deulofeu en 1967, haciendo de linotipista en Can Trayter. Durante años le compuse, corregí, etc., los ocho primeros volúmenes de su obra capital, además de otras relacionadas con el arte románico, los dos volúmenes de sus memorias, y la que era un resumen de la matemática, de cubiertas azules y con el depósito legal de 1967.
En esta última obra, así como en otros, se puede ver la precaria situación de nuestra lengua. Por un lado, yo acababa de salir a los trece años y medio de las escuelas nacionales, donde mi único contacto con el catalán escrito eran los libros de escuela de mi padre de antes de la guerra, y la colección de cromos de la Historia de Cataluña del chocolate Juncosa, con un catalán bastante arcaico, y las primeras lecciones que aprendía con Maria Verdaguer y Ernest Fortiana en La Cate. Por el otro lado, el señor Deulofeu, interesado, sobre todo, en hacer entender su idea, por encima de la sintaxis y la ortografía: «¿Quieres decir que se fijan?», Decía cuando le sugería algo relacionado con esto.
Con todo este largo introito quiero decir que conozco un poco la teoría de la Matemática de la Historia de mi admirado, por eso y por toda su actividad cívica y política, de D. Deulofeu.
Entro ya en el tema que quería desarrollar relacionado con la situación de nuestro país y de los últimos acontecimientos en Escocia, situados dentro de dicha Matemática de la Historia. Según Alexandre Deulofeu, los imperios tienen un promedio de vida de unos 550 años, repartidos en un primer proceso agresivo, fase federal, una depresión, un segundo proceso agresivo y plenitud en fase unitaria y luego decadencia y desaparición.
El proceso producido en Escocia estas últimas semanas, en mi modesta opinión, pone de manifiesto la validez de esta teoría. El imperio británico comienza su primer proceso agresivo en fase federal en 1607, o sea, unos cuantos años después del imperio francés y unos 130 años después del imperio español.
Esto quiere decir que justo ahora ha comenzado su decadencia y desaparición. Vendrán tiempos donde los pueblos que conforman el antiguo imperio irán logrando diferentes grados de emancipación, a menudo, dos pasos adelante y uno atrás.
Es por ello que Escocia no podía alcanzar la independencia en este intento, pero a pesar de todo conseguirá alguna ventaja que hasta ahora no tenía.
El imperio español, mucho más antiguo, se encuentra en una situación totalmente diferente, se tiene que acabar de fragmentar hacia los años 2025-30, al igual que el portugués.
Dice Alexandre Deulofeu: «Es necesario que todos nos demos cuenta del que nos señala la Ley de la Historia. Los últimos gobernantes del poder centralizado deberían ser los primeros en facilitar esta descentralización, no de una manera gradual, sino total. Es decir, la posición del gobierno español debería ser de decir a los pueblos hispánicos que elijan el Gobierno que deseen empezando por dar la plena independencia a los pueblos hispánicos que la quieran».
Todo ello escrito a máquina hace muchas décadas en unos papeles delgados y amarillentos, lo veo como una sentencia, como cuando también en unas hojas parecidas dice: «Alemania se encuentra en plena recuperación y continuará su proceso ascendente del cual el aspecto político más importante será la reunificación de las dos Alemanias, lo que ocurrirá alrededor del año dos mil, al tiempo que se desintegrará la URSS…, tras el hundimiento del régimen soviético, se desintegrará en un mosaico de pueblos eslavos independientes, en un régimen feudal-sacerdotal, en el que constituirá esta aristocracia la minoría del partido comunista».
Deulofeu dixit.
Con todo esto quiero decir, resumiendo, que los que deseamos tener una patria completa no debemos desfallecer, porque tenemos el viento de la historia de nuestro lado, y a pesar de los obstáculos, internos y externos que pueda haber, ya sea por las amenazas y el juego sucio de los poderes fácticos o económicos exteriores, o por la incompetencia y egoísmo de nuestros dirigentes, sólo pueden hacer que retrasar lo que ya está escrito en las estrellas.