I Alexandre Deulofeu, que?.

En el Ampurdán había un hombre que fue químico, farmacéutico, profesor, músico, viajero vocacional y forzado –exiliado–, memorialista, –excelente escritor de la aventura de la guerra y del exilio–, historiador, teórico del arte románico y de la «matemática de la historia», y, para cerrar esta lista incompleta, alcalde de Figueres: Alexandre Deulofeu (1903-1978), un temperamento humanista. Está a punto de concluir el año de su centenario, y en la ciudad le pasa por el ojo, y para el Ayuntamiento y las instituciones culturales no ha existido. En Figueres se ha dignificado el poeta en el año Fages; todavía no estamos dentro del año Dalí, pero ya nos toca la luz y la sombra del deshecho de efemérides que se han previsto, y pronto concluirá el año Reig, conmemorado sólidamente: más de tres docenas de actos que van desde exposiciones hasta conferencias sobre el gran acuarelista, pasando por la fijación de una piedra homenaje en el claustro del Ramón Muntaner, donde enseñó y que dirigió. En el libro de nombramientos del Instituto, el de Reig es el que viene después del de Deulofeu, que fue el último nombramiento «republicano». Desde el punto de vista intelectual, político, pedagógico o ciudadano, costará de explicar cómo es que la placa de Reig está tan sola, sin la de Deulofeu al lado. Y desde el balcón de la dignidad será imposible explicar porqué la Figueres responsable y la que tiene responsabilidades, miraron hacia otro lado.