Ahora toca Alexandre Deulofeu.
David de Montserrat.
Jueves, 10 de marzo de 2016, 0h.
¡Qué misterios que te pone por delante la vida! Que nos pone, así en plural, de hecho. Y no hablo, que también, de cuestiones filosóficas con tantas opiniones y posibilidades como cabezas y sombreros hay en este mundo. Hablo de los misterios que azotan un país sin que ni él sea consciente. Esto es lo que no entiendo que pase aunque ahora con el ostracismo en el que ha residido la figura de Alexandre Deulofeu (L’Armentera, 1903-Figueras, 1978) y su monumental teoría de la Matemática de la Historia, nombre con el que Francesc Pujols la bautizaría en el exilio de Francia. Tengo una mala y una buena noticia. La mala es que una vez más Cataluña no haya reconocido a Alexandre Deulofeu. No hablo de admirar, hablo sólo del simple hecho de reconocer. Pero la buena noticia es que quien no haya tenido el gusto de saber nada se le abren ahora las puertas de par en par para descubrir un conocimiento fascinante, de repercusiones mundiales, y fraguado en la Cataluña que el mismo Deulofeu sitúa como madre de la cultura europea.
¿Cómo puede ser que en pleno 2016 tan poca gente tenga una mínima idea de quién era Alexandre Deulofeu y que aportó a la Humanidad? Quizás la respuesta nos la da él mismo cuando decía que lo que hacía no lo hacía para él sino para la generación de sus bisnietos. Y esta generación era, según decía él mismo, la que estaría en disposición de empezar a entender la Matemática de la Historia y podía llevarla a cotas inimaginables. Esta generación ronda ahora la veintena de años aproximadamente y inicia su juventud. Por lo tanto, ahora toca Deulofeu.
Pero también toca porque casi cuarenta años después de su muerte, sus grandes previsiones se han ido cumpliendo punto por punto. De la caída de la URSS a la reunificación alemana descrita ya en 1948 entre tantas otras que han afectado el poder colonial de los imperios británico o francés, entre otros. Toca, porque a pesar del desprecio académico que vivió en vida su teoría ha mostrado solidez y resultados. Toca, porque la gente ya es bastante mayorcita para valorar si Deulofeu es un sonado tocado por la tramontana o uno de los catalanes más universales sin ni ser reconocido en su propio país. Toca, porque Deulofeu también fue uno de esos patriotas que sufrió el exilio a pesar de su papel pacificador durante la Guerra Civil cuando se convierte en alcalde accidental de Figueras por ERC, aunque hoy en día su biografía no figura ni en el memorial del partido. Toca porque uno de los vaticinios que tenemos más próximos nos afecta de lleno y es la caída de lo que queda de Imperio español alrededor del año 2029 y, viendo el proceso que vive Cataluña, es otro de los puntos de vista que puede ayudarnos a entender qué está pasando y porque está pasando.
Deulofeu y su obra no debería formar parte sólo de las manías de una capillita sino que debería ser una guía de consulta en todas las cancillerías del mundo. Cuando los griegos empezaron a asegurar que la tierra no era plana más de uno los tomaba por locos. Si Deulofeu llega a nacer en época de la Inquisición, lo habrían quemado. Pero a nuestra manera, los catalanes, con nuestra ignorancia también lo hemos hecho. Pero ahora renace de las brasas, porque la Matemática de la Historia tal vez ha entrado en un gran ciclo expansivo como lo demuestra el documental encabezado por Visiona TV y que me complace impulsar con el apoyo de Televisión de Cataluña, la Generalidad de Cataluña, Ayuntamiento de Figueres, la Diputación de Girona, el Ayuntamiento de Ordis y la Fundación Albert Tomàs i Bassols pero también de una campaña de micromecenazgo mediante TotSuma.cat que se mantendrá activa hasta el 10 de abril.
Que Deulofeu llegue a las pantallas de los hogares catalanes mediante su televisión pública hará que Cataluña sea, cuando se estrene el documental, un país un poco mejor. Pero más allá de nuestras pantallas donde de verdad se debería estrenar el documental es en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York donde esperamos más pronto que tarde que esta Cataluña, que aún hoy le es tan ingrata, tenga un delegado. Porque Deulofeu, poca broma, creía haber encontrado la herramienta definitiva para lograr la paz en el mundo.
Enlace del artículo original en catalán:
http://in.directe.cat/david-de-montserrat/blog/ara-toca-alexandre-deulofeu