Avui. Viernes, 5 de noviembre del 2004. Opinión. Página 3.
De hilo de veinte.
¡Ay!.
Isabel-Clara Simó.
Imagino que la victoria de Bush producirá en él el efecto Aznar, que quiere decir que por más caricaturas que te hagan, por más criticada que sea tu política, si ganas elecciones de forma abrumadora no sólo continuarás en la misma línea, sino que la reforzarás. Es lógico. Esto quiere decir, pobres de nosotros, que habrán más guerras preventivas y más armas de destrucción masiva. Podemos prepararnos para una guerra con Iran, por ejemplo, un incremento de la política de confrontación en el Próximo Oriente y un aumento del terrorismo internacional, que nos puede tocar, en esta macabra rifa, a ustedes y a mi –¿se imaginan, por un momento, la Sagrada Familia o el Micalet hundiéndose entre nubes de polvo?–.
Esto es una especulación, que puede ser o puede no ser, pero la que hace toda la cara de cumplirse con un rigor de lógica política es una bajada de pantalones –¿verdad que me perdonan que sea tan horriblemente machista en mis improperios?– de Zapatero hacia los Estados Unidos y un endurecimiento de la que llaman política nacional y que, ¡oh miserables de nosotros!, tiene en Cataluña su objetivo tradicional. Mirad, si no, qué pocas alegrías que nos da la vida, ahora que estábamos digiriendo figuritas de mazapán y a punto de ponernos a digerir turrones, diga lo que diga nuestro médico: al día siguiente, al día siguiente del derrumbe de los demócratas en los Estados Unidos, tres noticias aparecían en la prensa que nos afectan: Zapatero dice que nada de selecciones catalanas, que qué nos habíamos pensado; dice que la autodeterminación no puede salir en el nuevo Estatuto, que si es que nos pensábamos que teníamos soberanía, cuando esta soberanía recae, dice la letra de la ley, en el pueblo español, y nosotros, si no vamos a Montjuïc a enseñar el Pueblo Español a los forasteros, no tenemos esta categoría; y dice que el Pacto Antiterrorista es cosa del PP y del PSOE, que veas a los vascos qué tienen que ver con esto y que las cosas estaban muy bien con el diseño anterior. ¿Os ha gustado?. Y esto el día siguiente mismo. Me pongo a temblar al imaginar qué pasará de aquí a un mes, de aquí a un año, de aquí a tres años.
De aquí a cuatro años sí que sé qué pasará; que en los Estados Unidos habrá la primera mujer presidente, porque ganará Hillary Clinton. Lo dice la matemática de la historia, que diría el benemérito Alexandre Deulofeu: no han habido tantos gobiernos republicanos seguidos, en aquel rico, próspero, envidiado y contradictorio país. Que así sea.