Àngel Marsá
Matemática de la Historia.
El Correo Catalán. 16 de marzo del 1978. Página 30.
De nuevo vuelve a la palestra -¿la ha dejado alguna vez desde hace cuarenta años?- el historiador y filósofo ampurdanés Alexandre Deulofeu.
El señor Deulofeu acredita una recia voluntad para persistir en sus tesis, no siempre bien acogidas y a veces mal interpretadas. Esa voluntad, a prueba de incomprensiones, sólo la poseen los convencidos, y Alexandre Deulofeu es uno de ellos.
Ahora ha dado, una vez más, prueba de seguridad y resistencia a las resistencias, y ha publicado el octavo volumen sobre esta «matemática» de la historia que él ha inventado, y que, tras la publicación de ocho volúmenes sobre tan ardua materia, sigue defendiendo, además de con saber, ingenio y voluntad admirables, con denuedo y entusiasmo de auténtico convencido.
He aquí, pues, su octavo volumen 1, acaso el más completo y más documentado «también más convincente a partir de sus propios planteamientos y sus tremendas conclusiones» de cuantos lleva publicados. El oficio de futurólogo no deja de ser difícil y peligroso, pero resulta fascinante. Así, cuando Alexandre Deulofeu preconiza las «catàstrofes que es produiran a Espanya entre els anys 1977 i 2029, i que es podrien evitar coneixent la Matemàtica de la Història» («catástrofes que se producirán en España entre los años 1977 y 2029, y que se podrían evitar conociendo la Matemática de la Historia»). El proceso, inexorable, común a todo ciclo imperial de los pueblos, según el cómputo histórico reportado por el teórico y pensador ampurdanés, es estudiado conjuntamente con los procesos histórico-matemáticos de los imperios turco, austriaco, portugués, francés, británico, holandés, alemán, condenados a perecer, según las leyes de la historia invocadas por Deulofeu, tras una existencia aproximada de algo más de un milenio, siguiendo el proceso biológico, igualmente inexorable, de nacimiento, crecimiento, plenitud, decadencia y muerte, en ciclos biológico-matemáticos de cuya exactitud el historiador-filósofo no ha dudado jamás.
El libro, naturalmente, se lee con interés acrecentado por la profusión de citas y fechas históricas. Su dialéctica es de fácil entendimiento, y el hilo del razonamiento alcanza niveles de credibilidad absoluta, especialmente, claro está, cuando se basa en hechos pasados. La credibilidad acerca de hechos futuros acaso sea más controvertida en la mente del lector, porque a nadie le gusta que le vaticinen catástrofes a plazo fijo, aunque este plazo exceda los límites de una vida humana, en este caso la vida de quien se entera de tales eventos, pero no acaso la de sus hijos y otros deudos más o menos inmediatos. Porque la cifra tope propuesta por esa ecuación histórica «por esas catástrofes deducidas de la matemática de la historia» se remonta apenas al año 2029, como quien dice a la vuelta de la esquina.
Pero el libro ofrece fascinantes perspectivas «naturalmente ya nada satisfactorias», y se lee con gusto y provecho, especialmente los capítulos dedicados al imperio hispánico, y el epílogo, apartado en el que incide «el que passarà al món durant els anys propers i els segles venidors» («lo que pasará en el mundo durante los años próximos y los siglos venideros»). Así como «el pervindre dels pobles d’Espanya» («el porvenir de los pueblos de España»). Poco margen de optimismo deja a los lectores el historiador y filósofo figuerense. Pero la matemática de la historia, que él maneja con la desenvoltura con que se maneja un computador electrónico, es así, y no vamos a discutirle el derecho que tiene de ilustrarnos a los que no sabemos.
Àngel Marsà.
(1)La segona onada imperial a Europa. Volum 8 de la «Matemàtica de la història».
Alexandre Deulofeu. Editorial Emporitana. Figueres.